La cotidianidad está llena de malos hábitos que traen como consecuencia sobrepeso. A continuación, les compartimos 6 hábitos muy comunes relacionados con la forma en que nos alimentamos:
Comer muy rápido
Comer demasiado rápido puede conducir a comer en exceso, pues no se le da el tiempo suficiente al cuerpo para que este se dé cuenta de que está lleno. Expertos aseguran que regular el ritmo durante las comidas es clave para mantener un peso saludable.
Es importante masticar y degustar bien la comida. Cuando comemos con atención y reducimos la velocidad, creamos recuerdos de los alimentos, los cuales aumentan nuestro disfrute y nos dejan sentirnos más satisfechos.
Saltarse las comidas
Algunas personas consideran que saltarse alguna de sus comidas puede ser una estrategia para perder peso, sin embargo, este hábito puede ser contraproducente e incluso perjudicial para la salud.
Al dejar de comer, el metabolismo se hace más lento y por el hecho de tener más hambre se tiende a comer porciones mucho mayores a las habituales e incluso a comer mucho más rápido.
Según algunos estudios en nutrición, saltarse las comidas y comer en exceso podrían ser factores directamente relacionados con el aumento de la grasa del vientre, que puede conducir a una serie de problemas de salud como diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Comer en el camino
A veces por tratar de ahorrar tiempo solemos comer mientras nos desplazamos hacia nuestro lugar de trabajo, mientras nos engullimos la comida. Esta es una mala costumbre que puede llegar a perturbar nuestra capacidad de reconocer la cantidad de alimento que consumimos y detectar cuando nos sentimos realmente llenos o satisfechos.
El tipo de comida que por lo general consumen las personas por el camino son comidas rápidas, snacks o alimentos procesados fáciles de llevar y comer. Aspecto que no favorece el consumo de alimentos saludables y provechosos para el cuerpo.
Comer por fuera todo el tiempo
Comer todo el tiempo en restaurantes o en la calle puede ser un factor que ayude al aumento de peso, pues en muchos casos las comidas se preparan con mucha grasa, condimentos, azúcar y otros ingredientes que, en exceso, pueden ser perjudiciales para el cuerpo.
Las golosinas o bocadillos de noche
La hora en la que comemos juega un papel determinante cuando se trata de mantener o perder peso. También se recomienda no comer justo antes de acostarse porque esto puede desencadenar males gastrointestinales como la acidez estomacal.
Antes de comer un bocadillo nocturno, pregúntense si realmente tienen hambre. Si no están seguros tomen un poco de agua u otra bebida no azucarada, pues nuestro cuerpo, en algunos casos, puede confundir el hambre con la sed.
Hacer compras con el estómago vacío
Cuando vamos al mercado, tenemos cientos de opciones comestibles, que con hambre nos pueden motivar a tomar decisiones impulsivas y cargar el carro de alimentos poco saludables.
Si vamos a mercar con hambre, somos más propensos a ser víctimas de la tentación, por eso antes de salir de la casa es recomendable consumir un bocadillo saludable, como una porción de fruta, nueces, queso sin grasa u otro alimento de este tipo.
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